Ariel Gálvez de la Cruz, el niño de ocho años, muerto anoche de un balazo en la cabeza, estaba sentado junto a varios primos frente a su casa, cuando dos personas que robaron una motocicleta hicieron los disparos mortales.
El hecho se produjo alrededor de las 9:00 en la Martín Lutero, casa número 10, del barrio Restauración del sector Sabana Centro, en Sabana Perdida.
Ariel, quien cursaba el tercero de educación básica, en el albergue Divino Niño, murió en el hospital traumatológico Doctor Ney Arias Lora, a causa de una herida de bala en la cabeza.
El niño era hijo del cerrajero Arismendy Gálvez Hernández, de 34 años y de la profesora Rosanna de la Cruz, de la misma edad, profesora del centro de estudios donde asistía el menor.
Según versiones de familiares y vecinos, Ariel resultó herido cuando un grupo de personas perseguían a un hombre y a una mujer que habían robado una motocicleta en los alrededores.
José Díaz, de 22 años, primo del menor fallecido, dijo que estaban sentados frente a la casa
número 10 de la Martín Lutero, cuando se produjeron los disparos.
Explicó que una multitud y un hombre en una motocicleta perseguían a las dos personas que iban delante en el aparato supuestamente robado.
Explicó que cuando el hombre que iba en la motocicleta se acercó a los señalados ladrones, el hombre que conducía se detuvo mientras la mujer sostenía el aparato.
Relató que el hombre sacó una pistola y disparó contra la multitud para impedir que los persiguieran.
Precisó que el hombre que iba en la motocicleta detrás de los ladrones, disminuyó la marcha y se desvió hacia la derecha.
“El le hizo dos disparos al hombre que los perseguía en el motor y una de las balas alcanzó al niño en la cabeza”, dijo el primo del menor fallecido.
De su lado Luis Ernesto Gálvez, de 15 años, hermano mayor del niño fallecido, dijo no explicarse por qué tuvo que pasar esa desgracia con su hermano más pequeño.
Manifestó que era un niño muy inteligente, a quien todo el mundo quería porque era muy amoroso.
Reveló que la madre del Ariel era su profesora en tercero de básica en el albergue Divino Niño, donde estudiaba.
Moradores del barrio Restauración dijeron que la muerte de Ariel ha conmovido a todos los residentes del lugar, por la forma como se produjo.
“!Tú sabe lo que es eso. Ese niño estaba sentado frente a su casa hablando con sus primos, cuando esos delincuentes lo mataron”, dijo María de la Rosa, una vecina del sector.
Otros residentes en el lugar se quejaron por el elevado número de robos y asaltos que ocurrían en ese sector próximo al mercadito de Sabana Centro, en Sabana Perdida.
“Aquí no hay un día que no se produca un asalto”, dijo Ramón Estévez, un montecristeño que vende frutas y vegetales a poca distancia del lugar de la tragedia.
Desde anoche miembros de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) investigan el hecho a fin de establecer la identidades de los autores del crimen para someterlos a la justicia.
A media mañana de hoy el patrullaje fue incrementado en Sabana Perdida, especialmente en Los Palmares, Brisas de los Palmares y Sabana Centro.
UN APUNTE
Tristeza
La muete del niño Ariel Gálvez de la Cruz, de ocho años, ha causado un gran pesar en el barrio Restauración en Sabana Centro, en Sabana Perdida.
Los moradores del sector piden a la Policía aumentar el patrullaje por los con tinuos robos y atracos a cualquier hora del día.
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