NUEVA YORK._ En un argumento de apertura de juicio federal en el que se juzga por el asesinato de un socio en el narcotráfico al dominicano Walter Portes, su abogado le dijo al jurado que el criollo asesinó al líder de su banda (capo), “para poder abandonar el narcotráfico y defender su vida”. La exposición del jurista sorprendió a los jurados, fiscales, juez y público presente en la sala. Portes de 28 años de edad y quien mató a Edward Tse (El Chino) en diciembre del 2008 en la casa de la víctima en el sector Buswick de Brooklyn, dijo
que ambos eran socios en el negocio ilícito de las drogas y le había dicho a la víctima que quería abandonar el narcotráfico, pero que el capo siempre se oponía y lo presionaba. Cléon Andreadis, el defensor legal de Portes señaló que en el bajo mundo no hay tiempo establecido en ningún reloj para el retiro. “El señor Portes insistía en salir del negocio, pero El Chino lo mantenía como su empleado a la fuerza”, agregó el abogado.
que ambos eran socios en el negocio ilícito de las drogas y le había dicho a la víctima que quería abandonar el narcotráfico, pero que el capo siempre se oponía y lo presionaba. Cléon Andreadis, el defensor legal de Portes señaló que en el bajo mundo no hay tiempo establecido en ningún reloj para el retiro. “El señor Portes insistía en salir del negocio, pero El Chino lo mantenía como su empleado a la fuerza”, agregó el abogado.
El matador y la víctima, según el alegato, acordaron dividirse las ganancias 50-50, según les confesó Portes a los investigadores en un interrogatorio del 2010 y cuyo video fue presentado en la apertura del juicio.
“Cuando traté de renunciar El Chino no me lo permitió”, dijo Portes. “No quería seguir en el narcotráfico o estar involucrado más en ese mundo y sólo quería salirme”, sostuvo el dominicano en juicio.
En el 2008, Portes fue arrestado por primera vez en relación al asesinato, pero al no hallar evidencias las autoridades lo liberaron y después que él asegurara que no había ido a la casa de El Chino.
En junio del 2009 viajó a la República Dominicana y a su regreso, en noviembre de ese mismo año, la policía volvió a detenerlo. Portes explicó que la noche de diciembre en la que asesinó a su socio, llevó un arma y que después de quitarse el jaquet en la residencia de El Chino, puso el arma sobre una mesa.
Relató que el socio le mostró $30.000 dólares que trajo desde la República Dominicana y por ello le dijo que había tomado la decisión de salir del negocio.
Expresó que El Chino trató de asesinarlo, sacando un arma con silenciador de debajo de una almohada y le dijo que si quería salirse del negocio, iba a estar fuera por el resto de su vida.
“Cuando sentí mi vida amenazada, le fui encima para defenderme y el arma se disparó accidentalmente”, añadió.
Portes huyó de la escena sin ni siquiera pensar en llamar a las autoridades para reportar el
incidente y arguye que lo hizo porque estaba “asustado”.
Expresó que si no hubiera luchado por su vida, estaría muerto. Si es declarado culpable, el narco dominicano podría ser sentenciado a 15 años o cadena perpetua.
El juicio continuará por los próximos días.
Los fiscales respondieron a la narración de Portes, diciendo que las evidencias no concuerdan con la fábula que se ha inventado el acusado.
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