WACO, Texas, EE.UU.— El presidente Barack Obama consoló el jueves a una comunidad rural de Texas, estremecida por la mortífera explosión en una planta de fertilizantes donde murieron 14 personas, y dijo a los residentes que no estaban solos en su dolor y que tienen el respaldo de la nación para recuperarse de la destrucción.
"Esta familia de un pueblo pequeño es más grande ahora", destacó Obama en un servicio fúnebre en la Universidad Baylor para las víctimas de la explosión de la semana pasada en la vecina West, Texas, donde 200 personas resultaron heridas.
Casi 10.000 personas se congregaron en homenaje a los socorristas que llegaron apenas se produjo la explosión, una multitud que triplicó la población de West, de 2.700 habitantes.
"A las familias, los vecinos que se enfrentan a tan irreparable pérdida, estamos aquí para decirles que no están solos. No están olvidados", aseguró el presidente en medio de aplausos. "Aunque no vivamos aquí en Texas, pero también somos vecinos. También somos estadounidenses, y estamos con ustedes", añadió.
La explosión del 17 de abril dejó un cráter de más de 28 metros (90 pies) de ancho, destruyó decenas de viviendas y dejó desamparados a muchos residentes. El Consejo de Seguros de Texas calculó las pérdidas en más de 100 millones de dólares, y cuadrillas de trabajadores buscan entre los escombros algunas señales de lo que causó la explosión o si se trató de un incendio intencional.
La explosión se produjo 20 minutos después que se reportó un incendio en West Fertilizer. Diez de los muertos fueron socorristas que trataban de apagar el incendio esa noche.
Mientras Obama hablaba, el gimnasio brillaba con los destellos de las cámaras y teléfonos celulares. El presidente habló por 16 minutos, leyó un pasaje de la Biblia y elogió a los caídos, cuyos féretros tenía delante, cubiertos por la bandera estadounidense.
El gobernador de Texas, Rick Perry elogió a los socorristas voluntarios, y afirmó que cada uno de ellos significaba mucho para muchas personas, por lo que es lamentable que sus vidas acabaran tan pronto.
"Estos eran voluntarios. Personas sencillas bendecidas por su extraordinario valor y determinación para hacer lo que podían para salvar vidas", destacó.
Obama decidió participar en el servicio fúnebre además de su presentación en un viaje planeado desde hace mucho a Texas para la inauguración de la biblioteca presidencial de George W. Bush en la Universidad Metodista del Sur.
Después del funeral, el presidente y la primera dama Michelle Obama tenían previsto visitar en privado a los familiares y amigos de los bomberos que murieron en la explosión, dijo la Casa Blanca.
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