Me he pasado los últimos 67 días comiendo solo carne, pescado, fruta y verdura», ha reconocido LeBron James, estrella de los Cavaliers, recientemente, al ser preguntado por su alarmante pérdida de peso.Según él, apenas han sido dos kilos los que ha perdido en estos dos meses, pero la evidencia dice otra cosa. Su figura, otrora contundente, es ahora más estilizada, lo que confía que sea una ayuda para su juego en la cancha
.
«Ha sido un reto mental. Nada de azúcares, lácteos ni carbohidratos por 67 días consecutivos. He perdido mucho peso, aunque espero recuperar algo antes de que comience la temporada», ha explicado el jugador, cuyo evidente cambio físico es un hecho.
Su dieta ha sido rigurosa y muy estricta. En principio, estaba previsto que durara un mes, pero vistos los beneficios que dejaba en su cuerpo, el jugador decidió alargarla más tiempo. El viernes comenzará a trabajar a las órdenes de David Blatt en Cleveland, a donde decidió regresar tras cuatro temporadas en Miami, donde ganó dos anillos. Su reto ahora es volver a ser campeón y hacerlo con su equipo de toda la vida, los Cavaliers.
Un moda en la NBA
LeBron James no es el único que ha aprovechado el verano para mejorar su tono físico. En la NBA son muchos los jugadores a los que el verano les pasa factura o que sufren una transformación física para mejorar su cuerpo en vacaciones. El año pasado le tocó el turno aKendrick Perkins, compañero de Ibaka en los Thunder, que perdió varios kilos para mejorar en la cancha y evitar lesiones.
Carmelo Anthony es otro de los que se ha cuidado en exceso este verano, aunque su pérdida de peso no ha sido tan brutal como la de LeBron James.
No hay comentarios:
Publicar un comentario