WASHINGTON, D.C.— Más de 63,000 puentes en todo EEUU, muchos de ellos en California y Nueva York, se encuentran en estado de deterioro y requieren urgentes reparaciones y mantenimiento, pero un programa federal para
carreteras se está quedando sin fondos.
Por ello, desde el Tappan Zee Bridge, sobre el Río Hudson en el área de Nueva York, el presidente Barack Obama hará hoy miércoles un llamado para que el Congreso apruebe más fondos para la creación o
modernización de diversos proyectos de infraestructura, incluyendo vetustos puentes y carreteras y aeropuertos que van camino del deterioro.
Algunos de los puentes más transitados del país fueron construidos en la década de 1930, y la mayoría supera los 40 años. Alrededor de 2,000 edificios federales también requieren trabajos de reparación.
Obama ofrecerá su discurso en momentos en que aumentan las presiones para incrementar el dinero destinado al Fondo Fiduciario para Carreteras (Highway Trust Fund), que en la última década ha respaldado a los gobiernos estatales en la construcción de puentes por un valor de 89,000 millones de dólares.
El lunes, un análisis económico de la Casa Blanca indicó que más de 112 mil proyectos—de los que dependen cerca de 700 mil empleos— correrían riesgo de sufrir demoras si el Congreso no aprueba fondos para el sector.
La Administración Obama ha propuesto un polémico plan de transporte de cuatro años de 302,000 millones de dólares, que eliminaría algunos créditos tributarios para las empresas para así incrementar el dinero al fondo federal.
El secretario de Transporte, Anthony Foxx, ha subrayado que EEUU afronta un gran "déficit de infraestructura".
La senadora demócrata por California, Barbara Boxer, promueve un proyecto de ley que mantendría los fondos de transporte en cerca de 55,000 millones de dólares, ajustados a la inflación, para los próximos seis años.
Representantes del sector advierten de que, si el Congreso no interviene pronto, el fondo federal, financiado por el impuesto federal a la gasolina, se quedará "seco" y provocará demoras en la reparación de puentes en todos los estados.
El impuesto federal a la gasolina, de aproximadamente 18.4 centavos, no ha subido desde 1993, y sugerir un aumento para hacer frente a los altos costos de construcción de carreteras es algo que sienta mal entre los contribuyentes.
El gobierno federal aporta un promedio del 52% de los fondos para proyectos de infraestructura del país.
El mes pasado, la Asociación de Constructores de Carreteras y Transporte (ARTBA) divulgó un estudio que sonó las alarmas sobre las condiciones de decenas de miles de puentes en todo EEUU.
El grupo evaluó los puentes en una escala del cero, el mínimo, al nueve, o "excelente", y los deficientes no pasaban de un puntaje de cuatro.
Beth McGinn, portavoz de la ARTBA, dijo en entrevista que el Congreso debe hacer algo pronto porque también está en juego la seguridad de las personas: en 2007, un puente deficiente en Minneapolis colapsó y dejó 13 muertos y 145 heridos.
Sin la ayuda del Congreso, no habrá fondos para ningún proyecto de infraestructura para el año fiscal 2015 que comienza en octubre próximo, advirtió.
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