NUEVA YORK._ Desde hacía algún tiempo, el apartamento situado en un edificio de la calle 109 al Oeste de Manhattan, en el que vive la dominicana Lidia Cuevas, de 72 años de edad, parecía una cueva de ratas, cucarachas y otras alimañas, al punto, que la inquilina fue mordida en una rodilla por un gigante roedor.
Su pesadilla, en medio del horror, que asegura haber enfrentado en la vivienda, desembocó en junio del 2012, cuando la enorme rata le clavó los dientes.
La señora Cuevas, asegura que quedó con cicatrices físicas y psicológicas, a causa de la situación.
Ahora, ella y sus abogados están demandando a la empresa inmobiliaria Beacon 109-245-251 LLC, propietaria y administradora del inmueble en el que ella permaneció por 33 años, pagando renta estabilizada.
La dominicana, es una trabajadora de factoría retirada y relató que fue tan fuerte la mordida de la rata en su rodilla, que los médicos que hacerle una cirugía.
Se quedó en el apartamento, a pesar de todas innúmeras violaciones al Código de Vivienda de la ciudad, por parte de los propietarios.
Justifica el haber permanecido en el apartamento, porque el edificio, está en un área asequible al transporte público, cerca de una escuela y varios comercios, lo que le facilitaba la vida.
"Las ratas, corrían como locas por la cocina y todo el apartamento, incluso, una, se me subió al pecho una noche que estaba acostada", narra la señora Cuevas.
La demanda, sometida en la Corte Suprema de Brooklyn, no especifica el monto reclamado por Cuevas y sus abogados.
Dijo que también las paredes del apartamento, tenían tantos hoyos que "parecían un guayo", lo que facilitó la infestación de ratas, cucarachas y otras sabandijas.
"Cuando esa rata andaba sobre mí, entré en pánico, salté de la cama y grité", explicó Cuevas.
"A la cocina, no se podía entrar, porque las ratas defecaban ahí", añadió.
Como respuesta al reclamo de sus derechos, como inquilina, la empresa inmobiliaria, la acusó en la Corte de Viviendas este año, alegando que ella hacía demasiadas quejas al Departamento de Viviendas de la ciudad.
"La pintura, estaba descarada, y las grietas en casi todas las paredes y el techo, permitieron que el apartamento se infestara de ratas", sostiene la reclamación legal.
Un juez, rechazó el recurso de los propietarios, determinando que Cuevas, tiene todo el derecho legal a quejarse.
La empresa, propiedad de Harry Tawil, no hizo comentarios, respecto a la demanda de la dominicana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario