La empresa de seguridad en Internet Karspersky, con sede en Moscú, ha detectado el virus Flame, diseñado para recopilar y robar información estratégica en países de Oriente Próximo. Se trata del software de espionaje más complejo que se ha descubierto, y ha estado funcionando al menos durante cinco años como
parte de una sofisticada ciberguerra.
La mayoría de los 5.000 ordenadores afectados se encuentra en Irán, Israel, Palestina y Siria, seguidos de otros países de fuera de esa región, como Sudán. Aunque no se sabe quién ha diseñado el virus Flame, Karspersky ha encontrado en el comportamiento de Flame un patrón similar a virus como Stuxnet o Duqu, pensados para recabar información acerca del programa nuclear iraní y que aprovechaban un fallo de seguridad de Windows.
El hecho de que el hallazgo lo haya hecho una de las mayores compañías fabricantes de antivirus del mundo alimenta la hipótesis de que los países ya han empezado a desplegar otras armas cibernéticas.
"Si Flame ha pasado inadvertido durante cinco años, la única conclusión lógica es que hay otras operaciones en marcha de las que aún no tenemos noticias, ha explicado Roel Schouwenberg, un experto de Karspersky. Los investigadores todavía no conocen todos los entresijos del virus debido a su complejidad, pero sí saben que es capaz de hacer capturas de pantalla, activar los micrófonos del ordenador y grabar conversaciones así como enviar archivos y mensajes instantáneos.
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