Al menos cuatro extranjeros de distintas nacionalidades han sido deportados de República Dominicana en los últimos meses por dedicarse al proxenetismo y la prostitución de menores, en bares y hoteles del turístico municipio de Sosúa, Puerto Plata.
Las peticiones de extradición fueron gestionadas por el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, quien ha manifestado que no va a seguir permitiendo que el país lo sigan promocionando en playas extranjeras como "un paraíso sexual".
Dijo que esa promoción va en detrimento de las mujeres, niñas y adolescentes, lacerando su dignidad y manchando la imagen de la dominicanidad.
La información está contenida en un reporte dado a conocer por el Ministerio Público. El informe detalla que los ciudadanos excluidos son: dos alemanes, un estadounidense y un italiano.
Las labores para sus apresamientos y posterior deportación forman parte de un plan del Ministerio Público contra las prácticas de proxenetismo, sobre lo cual Domínguez Brito ha asegurado que todo nacional extranjero que se dedique a explotar sexualmente a mujeres, niñas y niños, será debidamente solicitado su destierro.
Los deportados son: el alemán Erwin Seitel, sacado del país el día 18 de marzo de 2014, por el Aeropuerto Internacional de las Américas José Francisco Peña Gómez.
Seitel fungía como propietario-administrador del burdel Caribbean Men’s Paradise, localizado en la calle Pedro Clisante, del municipio de Sosúa. “Dicho negoció fue objeto de dos allanamientos en los meses de mayo y octubre de 2013, en los que fueron ocupados distintos elementos de pruebas que lo vinculan al delito de proxenetismo, como catálogos en los que se promovía al país como un paraíso sexual y a trabajadoras sexuales, entre otras.
De igual manera, el norteamericano Robert Anechiarico, propietario-administrador del burdel Rumba Bar, localizado también en el municipio de Sosúa, por el mismo delito, fue deportado el día 2 de julio de 2014, por el Aeropuerto Internacional de Las Américas.
También Peter Jensen, dueño de Passion’s Bar, ubicado en el mismo municipio, a quien se le atribuyó incurrir en prácticas de proxenetismo, fue deportado el día 11 de agosto del presente año.
El más reciente caso es el del empresario italiano Armando Cascciati, propietario de varios hoteles y casinos en Puerto Plata, quien también fue deportado por las mismas razones el pasado 13 de septiembre de 2014.
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