Miami hizo erupción con la aplastante victoria alcanzada el jueves por los Heat sobre el Thunder de Oklahoma City para conquistar su segundo campeonato ante de la NBA, con caravanas de aficionados que recorrían las principales avenidas de la ciudad y gritos de jubilo emanados desde los hogares y los locales comerciales donde el juego fue ávidamente seguido.
Fuegos artificiales se escucharon en algunos puntos de la ciudad minutos después que el reloj marcara el final del partido que ganó el equipo de Miami con una ventaja de 15 puntos, mientas que miles de personas comenzaron a congregarse en algunas de las más céntricas avenidas de la ciudad para festejar, haciendo sonar cacerolas y pitos.
Varias docenas de personas se congregaron en las afueras del emblemático restaurante Versalles, bandeando banderas del equipo, mientras gritaban: “Let’s go Heats, Let’s go Heats, Let’s go Heats”.
Los gritos eran acompañados por cientos de vehículos que pasaban por el lugar y que
manifestaban su alegría tocando las bocinas, mientras que una veintena de efectivos de la policía custodiaban el lugar.
Anicia Verdini llegó temprano al restaurante desde el Doral. “No podía mirar [el partido]. Me pongo nervioso cada vez”, dijo al explicar por qué no acompaño a su hijo, quien se encontraba en el estadio viendo el partido.
Desde el estadio eran miles de personas las que se encontraban celebrando, muchas de ellas habían presenciado la víctoria del rescinto pero otros venían a festejar desde sus casas, esgrimendo trofeos de cartón y copias recien impresas de El Nuevo Herald declarando a los Heats como “Reyes”.
Betty Villalobos, peluquera de la esposa del jugador Chris Bosh, no tenía forma de expresar su alegría. “No puedo ni hablar. No tengo voz”, expresó.
La fiesta había comenzado a formarse desde mucho antes.
El juego apenas llevaba algunos minutos de iniciado cuando la ciudad ya había comenzado a celebrar. Los conductores que pasaban frente al restaurante La Carreta, ubicada ente la 87 Avenida y la 40 calle del Suroeste, tocaban las bocinas como si estuvieran convencidos de que la victoria estaba garantizada.
En el establecimiento, las estaciones de radio Mix 98.3 y 107.5 se preparaban para la celebración, al tiempo que los aficionados comenzaban a ingresar al establecimiento.
"Este es el centro neurológico de la ciudad, […] sobre todo para los cubanos," dijo Antonio Boloix, de 54 años, quien junto con Paulo Alfonso, de 58 años, fue a La Carreta para la celebración.
“Vinimos aquí para Elian, cuando ganaron los Marlins en el 93 y el 97, cuando gano el Heat en 2006. Y cuando se muera Castro vamos a venir aquí también”, agregó.
La familia Vázquez compartía una coladita mientras el partido era narrado en español a través de las cornetas establecidas por Mix 98. “Mis niños me estaba volviendo loca en la casa así que los traje aquí”, comentó Gladys, la mujer de la casa.
“Este es el lugar conocido de Miami para venir cuando algo grande está ocurriendo”, añadió Stephanie Vázquez, 20. “Las dañé la vez pasada, así que mi mamá no me dejó que las trajera está vez”.
Los aficionados llegaron con lentitud a Scotty's Landing, en Coconut Grove, pero las calles de Cocowalk estaban llenas de gente, mientras esperaban el desenlace del partido.
“Me subí a la cerreta”, comentó George García, 39, un empleado del departamento de Aguas Sanitarias del Condado de Miami Dade.
A poca distancia de allí, los aficionados permanecían con la mirada puesta sobre las pantallas de televisión en los restaurantes Mr. Moe´s y Lulu’s, mientras que los gritos de alegría se escuchaban desde Fat Tuesday.
Los aficionados que miraron el partido desde el Midtown Sports Bar se volcaron de inmediato sobre la calle con sartenes cacerolas para festejar, bajo el sonido de los fuegos artificiales y las bocinas de las caravanas.
Pero algunos aficionados leales se quedaron dentro del establecimiento para mirar la entrega de los codiciados anillos de campeones a los integrantes del equipo. La mayoría de los aficionados dijeron sentir un gran orgullo por Lebron James.
“Significa mucho sabes que Lebron tomó la decisión de venir aquí y que ganaron”, dijo Roberto Labour. “El sabía lo que quería y sabía lo que se necesitaba para ganar un anillo”.
Los reporteros Michael McGuire, Esteban Illades, Anna Edgerton, Cave, Anthony, Kristofer Rios, Christina Veiga y Adam Beasley contribuyeron en la elaboración de esta historia.
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