El virus más mortal de la Tierra despierta
Tiene una tasa de mortalidad de 90%, es muy doloroso y aún no se ha descubierto la cura.
Estas son algunas de las características del virus más mortal de la
tierra, el Ébola. Esta enfermedad hace referencia a varias cepas de un
mismo virus que se identificó por vez primera en seres humanos en 1976
en Sudán y en la República Democrática del Congo (RDC), en el río
Ébola.
El Ébola es una enfermedad devastadora con una tasa de mortalidad de hasta el 90%. Produce
fiebres hemorrágicas que provocan sangrado interno y externo, similares
a la fiebre de Marburg, causada por un virus afín. No existe ningún tratamiento ni vacuna.
Esta semana se ha conocido que unas 66 personas han fallecido por esta enfermedad. La
ONG Plan Internacional destacó que 59 de las muertes se han producido
en la región forestal de Guinea, situada cerca de la frontera con
Liberia y Sierra Leona. El resto de muertes se han producido en el Estado de Liberia y en Sierra Leona, además hay unos 20 casos más sospechosos.
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“Esta enfermedad se caracteriza por producir un cuadro de fiebre, malestar general, dolor muscular y sagrado por los ojos y nariz.
Tiene un alto porcentaje de mortalidad que llega hasta el 90%. El
periodo de incubación es de 5 a 7 días aunque a veces tarda unos 15 días
en aparecer los primeros síntomas. La transmisión es por contacto de
fluido, no se ha demostrado que se pueda contagiar por el aire”, cuenta
el jefe de la Sección de Medicina Tropical y del Viajero, del Servicio
de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos III, Sabino Puente.
Este experto señala que lo más curiosa de esta enfermedad es que
tiene brotes epidémicos y de buenas a primeras desaparece. “El virus es
un poco tonto porque no hace como otros patógenos que se quedan en las
personas. El virus desaparece porque mata a la mayoría de la gente por
lo que termina la epidemia. Es tan mortal que acaba hasta consigo mismo”, apunta.
En la última epidemia de Ébola, a finales del verano de 2012,
murieron docenas de personas en Uganda y en la RDC. Aunque el virus es
muy peligro sigue siendo poco frecuente. Desde que se descubriera en 1976 se han registrado aproximadamente 2.200 casos; de los cuales, 1.500 fueron mortales.
“No se sabe qué pasa con el virus cuando no hay epidemias”
“Hay cinco tipos de Ébola y no todos son tan agresivos. El que se
está viviendo en Guinea es el virus Zaire que es uno de los más
agresivos, en este caso la mortalidad sí que llega hasta el 90%. Actualmente hay tratamientos de soporte que nos pueden ayudar a reducir la enfermedad, pero no existe un tratamiento específico. Esto dificulta que la enfermedad se pueda curar”, explica la médico de la Unidad de emergencias de MSF, Olimpia de la Rosa.
Los cinco tipos del virus son: Ébola-Zaire, Ébola-Sudán, Ébola-Costa de Marfil y Ébola-Bundibugyo. El quinto serotipo, el Ébola-Reston, ha causado la enfermedad en los primates pero no en humanos.
Esta experta señala que hay algunos aspectos desconocidos del virus.
“Lo que no se sabe es que pasa con el virus cuando no hay epidemias, se
cree que está en la naturaleza. Sabemos que hay algunos monos y
murciélagos que pueden tener y trasmitir la enfermedad, pero no se sabe
qué pasa con el virus cuando no hay brotes”, apunta.
Olimpia de la Rosa explica que el
Ébola ha llegado alguna vez a Europa por importación. “Una persona ha
estado en unos de estos países de riesgo se ha contagiado y luego ha
viajado a Europa. La enfermedad se contagia con personas enfermas, pero
en el momento que se detecta el brote se ponen medidas para detenerlo es
mas difícil que haya expansión. Cuando hay brotes grandes como
en Uganda o Congo no ha habido expansión a Europa y entre las fronteras
entre los países limítrofes ha sido menor que por ejemplo pasa con la
gripe. Como no está demostrado que se transmita por el aire su
transiciones más complicada. Se necesita un contacto directo con una
persona que tenga los síntomas y como se les aísla muy rápido se
paraliza el contagio”, cuenta la médico de la Unidad de emergencias de
MSF.
Su tasa de mortalidad del 90% es como la de fiebre hemorrágica de Marburg
La enfermedad de la fiebre hemorrágica de Marburg (MHF) se originó en
África central y oriental, e infecta a los humanos y los primates. El virus de Marburg se encuentra en la misma familia taxonómica que el Ébola, y ambos son idénticos estructuralmente a pesar de que produzcan anticuerpos diferentes.
Muchos de los síntomas de la fiebre hemorrágica de Marburg son
similares a los de las cepas de virus del Ebola, y al igual que este no
existe una terapia específica antiviral
El Ébola fue identificado por primer vez en 1976
El virus del Ébola recibe el nombre de un río existente en
la República Democrática del Congo, lugar donde el virus se detectó en
el año 1976. Se han dado brotes en Sudán, Zaire, Costa de Marfil, Gabón.
La cepa Ébola-Zaire fue una de las
primeras descubiertas. Con un índice de mortalidad del 90% es la más
mortífera de las cepas conocidas. Asimismo, ha sido la que más
epidemias ha causado, produciéndose la primera en 1976 en la ciudad de
Yambuku, en el norte de Zaire.
En noviembre de 1989,
con motivo de la importación de un grupo de unos cien macacos procedente
de las Islas Filipinas, se descubrió en Reston, una localidad de
Virginia, Estados Unidos, una nueva cepa del virus Ébola,
derivada del Ébola-Zaire. Sin embargo, esta especie solo afectó a los
primates y no a los humanos.
La revista Science
publicó un trabajo que demuestra que el virus Ébola es la principal
causa de la mortandad de las poblaciones de grandes simios,
principalmente gorilas y chimpancés, en la reserva natural de fauna de
Lossi, situado en el noroeste de la República del Congo-Brazzaville, y
en sus alrededores. De un censo de nidos que cubría una extensión de 5.000 km 2 se deduce que el virus Ébola ha matado un total de 5.000 gorilas.
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