Era un día normal en el salón de “Nathaly” hasta que a las dos de la tarde del pasado sábado un desconocido entra por la puerta delantera preguntando por “John”, cuando de repente saca un revolver, causando pánico a más de 10 personas.
No bien se había presentado este hombre alto, blanco, con gorra negra, cuando penetró con violencia al salón, Francisco Antonio Montero, de 31 años, un joven de tés oscura con un casco protector que dejaba su rostro al descubierto, y con una funda negra “de colmado” en sus manos, donde echaría lo hurtado a las clientes del salón.
Momentos de tensión
La escena continua, los asaltantes arrebatan dos celulares, más la cartera de una cliente, y desprenden con violencia una cadena a la propietaria del salón, Germania Francisca de Vásquez “Nathaly” y a su empleada. Cuando uno de los ladrones se percata de las mercancías que, por lo general, venden en el salón boutique, lamentó no tener consigo una funda más grande. En una silla estaba una embarazada a quien también le quitaron su celular y, como consecuencia, la mujer comenzó a sentirse mal. En situación similar se vio un señor mayor de edad, quien ese día fue a venderle accesorios. Entretanto, un bebé de casi dos años contemplaba la acción, junto a una niña de nueve.
Mientras los asaltantes recogían y amenazaban a los presentes, la señora propietaria del salón, quien dice que fue asaltada en tres ocasiones hasta ser amordazada, aprovechó la oportunidad en que no era vista por los dos ladrones y salió por una puerta que da a la segunda planta, donde reside, y buscó un arma que porta de manera legal. Según sus empleadas, cuando “Nathaly” logró bajar hacia la parte trasera de su casa, los asaltantes salían del salón cuando la misma disparó contra los dos hombres.
En respuesta a la acción, el que portaba el arma de fuego le repelió a tiros, pero no logró impactarle. Sin embargo, uno de los disparos ocasionados por la señora de 39 años, atravesó el cuerpo de Francisco Antonio Suero Montero, quien murió al instante, pero su compañero logro escapar en una motocicleta. En la tarde de ayer, las seis estilistas, quienes por temor omiten sus nombres, se encontraban laborando en el referido salón, y comentaron a elCaribe que sienten temor de que los familiares de los asaltantes tomen represalias. Las empleadas aun no asimilan lo pasado. Para una de ellas “esas cosas solo pasaban en películas”. Desde que sucedió el hecho, dos hermanos de “Nathaly” merodean los alrededores de la casa, porque según ellos, puede ocurrir algún tipo de represlias.
Por cometer el hecho en defensa propia
Vecinos comentaron que “Nathaly” es una persona “alegre y sensible” que no merece estar presa y que pertenece a un hogar cristiano-evangélico respetable. Mientras que la alegría se albergó en la familia de la detenida, cuando la fiscalía de la provincia Santo Domingo le otorgó la libertad, argumentando que ésta actuó en defensa propia, aunque tendrá que presentarse en visitas periódicas. Sin embargo “Nathaly” confieza que siente tristeza.
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