Queens – Miguel Mejía Ramos,
el sujeto acusado de matar a su pareja sentimental y a sus dos hijas,
relató a las autoridades dramáticos detalles del triple asesinato, según
dio a conocer ayer la fiscalía de Queens en un comunicado.
Mejía (29) confesó a los detectives neoyorquinos que se trasladaron a Texas para interrogarle que el sábado estuvo tomando cerveza con un amigo. Cuando llegó a su apartamento, en el 90-20 de Sutphin Boulevard en Jamaica, Queens, revisó
el teléfono y la cuenta de Facebook de su compañera guatemalteca Deisy García (21), encontrando una foto de ella con otro hombre lo que —según dijo— le enloqueció.
Fue entonces cuando cogió un cuchillo de cocina y comenzó a apuñalarla mientras ella dormía. En ese momento, la mujer se despertó y corrió hacia la puerta, pero él siguió atacándola múltiples veces en el torso, cabeza y brazos utilizando varios cuchillos. Posteriormente, fue hacia su hija Daniela (2), que se había despertado; la cargó, la abrazó, la besó y le pidió que le perdonara poniéndola de nuevo en la cama para apuñalarla múltiples veces en torso, pecho, espalda y brazos. Después fue donde su otra hija, Jozelín(1), y le hizo lo mismo.
La Policía recuperó cuatro cuchillos de la escena del crimen, uno de ellos con la hoja doblada.
El viernes, en la fiscalía de Queens, se le presentarán múltiples cargos, entre ellos seis por asesinato en primer grado, tres por asesinato en segundo grado y cinco por posesión criminal de un arma en cuarto grado. De ser hallado culpable, podría recibir una condena a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Mejía renunció ayer a la audiencia de extradición, según indicó el portavoz de la Oficina del Alguacil del Condado de Fayette y hoy será traído a Nueva York por los detectives.
El sujeto fue arrestado el martes mientras manejaba un auto robado por la autopista interestatal 10, cerca de Schulenberg, Texas, y apenas a unas tres horas de la frontera con México en cuyo Distrito Federal vive su madre.
Todo parece indicar que Mejía huía a su país, tras el crimen. Los cadáveres fueron descubiertos por los primos de las niñas que —extrañados de que éstas no salieran a jugar— fueron a buscarlas a su dormitorio y, al ver sangre, llamaron a sus padres.
El arresto de Mejía, que tenía varias heridas de arma blanca, fue posible gracias a las llamadas a México que realizó durante su huida por su teléfono celular y que permitieron a lapolicía del Condado de Fayette localizarlo y establecer un control en carretera.
Según Jeff Wick —editor del periódico The Fayette County Record— Mejía tenía el cuello vendado cuando lo arrestaron. Tras ser atendido médicamente, en la foto que posteriormente le tomó la Policía, aparece con una curita en el lado derecho.
El Consulado de México, a través de su portavoz Carlos Gerardo Izzo Rivera, indicó ayer que no les habían contactado: "En este tipo de situaciones es la persona afectada o sus familiares los que tienen que pedir nuestra intervención para que vigilemos que se respeta el proceso judicial conforme a derecho".
Sobre la verdadera identidad del detenido que tenía diversos alias, Izzo Rivera dijo que no tenían conocimiento y que tampoco podía confirmar si estaba registrado en el consulado.
Familiares de las víctimas inmediatamente sospecharon de él por mantener una relación turbulenta que había llevado a las autoridades en varias ocasiones a la vivienda, por quejas que fueron calificadas como acoso.
Mejía (29) confesó a los detectives neoyorquinos que se trasladaron a Texas para interrogarle que el sábado estuvo tomando cerveza con un amigo. Cuando llegó a su apartamento, en el 90-20 de Sutphin Boulevard en Jamaica, Queens, revisó
el teléfono y la cuenta de Facebook de su compañera guatemalteca Deisy García (21), encontrando una foto de ella con otro hombre lo que —según dijo— le enloqueció.
Fue entonces cuando cogió un cuchillo de cocina y comenzó a apuñalarla mientras ella dormía. En ese momento, la mujer se despertó y corrió hacia la puerta, pero él siguió atacándola múltiples veces en el torso, cabeza y brazos utilizando varios cuchillos. Posteriormente, fue hacia su hija Daniela (2), que se había despertado; la cargó, la abrazó, la besó y le pidió que le perdonara poniéndola de nuevo en la cama para apuñalarla múltiples veces en torso, pecho, espalda y brazos. Después fue donde su otra hija, Jozelín(1), y le hizo lo mismo.
La Policía recuperó cuatro cuchillos de la escena del crimen, uno de ellos con la hoja doblada.
El viernes, en la fiscalía de Queens, se le presentarán múltiples cargos, entre ellos seis por asesinato en primer grado, tres por asesinato en segundo grado y cinco por posesión criminal de un arma en cuarto grado. De ser hallado culpable, podría recibir una condena a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Mejía renunció ayer a la audiencia de extradición, según indicó el portavoz de la Oficina del Alguacil del Condado de Fayette y hoy será traído a Nueva York por los detectives.
El sujeto fue arrestado el martes mientras manejaba un auto robado por la autopista interestatal 10, cerca de Schulenberg, Texas, y apenas a unas tres horas de la frontera con México en cuyo Distrito Federal vive su madre.
Todo parece indicar que Mejía huía a su país, tras el crimen. Los cadáveres fueron descubiertos por los primos de las niñas que —extrañados de que éstas no salieran a jugar— fueron a buscarlas a su dormitorio y, al ver sangre, llamaron a sus padres.
El arresto de Mejía, que tenía varias heridas de arma blanca, fue posible gracias a las llamadas a México que realizó durante su huida por su teléfono celular y que permitieron a lapolicía del Condado de Fayette localizarlo y establecer un control en carretera.
Según Jeff Wick —editor del periódico The Fayette County Record— Mejía tenía el cuello vendado cuando lo arrestaron. Tras ser atendido médicamente, en la foto que posteriormente le tomó la Policía, aparece con una curita en el lado derecho.
El Consulado de México, a través de su portavoz Carlos Gerardo Izzo Rivera, indicó ayer que no les habían contactado: "En este tipo de situaciones es la persona afectada o sus familiares los que tienen que pedir nuestra intervención para que vigilemos que se respeta el proceso judicial conforme a derecho".
Sobre la verdadera identidad del detenido que tenía diversos alias, Izzo Rivera dijo que no tenían conocimiento y que tampoco podía confirmar si estaba registrado en el consulado.
Familiares de las víctimas inmediatamente sospecharon de él por mantener una relación turbulenta que había llevado a las autoridades en varias ocasiones a la vivienda, por quejas que fueron calificadas como acoso.
Ayuda para víctimas
Según reportó la familia, Deisy no quería
dejarlo porque ella y las niñas dependían económicamente de él.
Probablemente, desconocía las múltiples ayudas y servicios que se ofrecen a las mujeres víctimas de violencia doméstica que, además, no deben temer por su estatus migratorio.
Si usted o alguien que conoce es víctima de este delito, puede llamar también al 311 o al (800) 621-4673 para obtener información sobre organizaciones y servicios. En caso de emergencia llame al 911.
La Orden Ejecutiva Municipal 41 y la Ley federal de Violencia contra las Mujeres (VAWA) protegen a las indocumentadas. La 41 establece que, ni la Policía ni los funcionarios municipales, pueden preguntarles por su estatus. En caso de que sea necesario hacerlo para obtener determinados servicios o ayudas, la información no será reportada a las autoridades de inmigración.
VAWA dispone de casi $2 billones para investigar los crímenes violentos contra las mujeres y las parejas del mismo sexo. Asimismo, las víctimas indocumentadas pueden legalizar su estatus solicitando una visa U.
En Nueva York, los Centros de Justicia Familiar (FJC) constituyen una ayuda para las perjudicadas reuniendo en un solo lugar todos los servicios que pueden necesitar.
En estos centros, las víctimas pueden denunciar al agresor si así lo deciden, entrevistarse con la fiscalía, con consejeros, con un abogado de inmigración, solicitar servicios de vivienda, asistencia en salud y hasta iniciar estudios que las preparen para su independencia económica que tanto las ata con su agresor. Los centros cuentan, además, con una guardería para que los niños sean atendidos mientras las madres realizan su visita.
Si usted o alguien que conoce es víctima de este delito, puede llamar también al 311 o al (800) 621-4673 para obtener información sobre organizaciones y servicios. En caso de emergencia llame al 911.
La Orden Ejecutiva Municipal 41 y la Ley federal de Violencia contra las Mujeres (VAWA) protegen a las indocumentadas. La 41 establece que, ni la Policía ni los funcionarios municipales, pueden preguntarles por su estatus. En caso de que sea necesario hacerlo para obtener determinados servicios o ayudas, la información no será reportada a las autoridades de inmigración.
VAWA dispone de casi $2 billones para investigar los crímenes violentos contra las mujeres y las parejas del mismo sexo. Asimismo, las víctimas indocumentadas pueden legalizar su estatus solicitando una visa U.
En Nueva York, los Centros de Justicia Familiar (FJC) constituyen una ayuda para las perjudicadas reuniendo en un solo lugar todos los servicios que pueden necesitar.
En estos centros, las víctimas pueden denunciar al agresor si así lo deciden, entrevistarse con la fiscalía, con consejeros, con un abogado de inmigración, solicitar servicios de vivienda, asistencia en salud y hasta iniciar estudios que las preparen para su independencia económica que tanto las ata con su agresor. Los centros cuentan, además, con una guardería para que los niños sean atendidos mientras las madres realizan su visita.
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