Michelle Bachelet se convirtió hoy en la primera mujer que es reelegida presidenta de Chile,
tras vencer este domingo en la segunda vuelta de los comicios a la
candidata de la derecha, Evelyn Matthei, quien reconoció el triunfo de
su contendiente, con un 62,47 % de los sufragios, frente al 37,52 % de la candidata
oficialista, Evelyn Matthei, escrutado 18,05 % de las mesas, según las
autoridades electorales.
"Ella ganó y la felicito", dijo
Matthei en las primeras reacciones de los dirigentes de la derecha, que
reconocieron la legitimidad del triunfo de Bachelet, aunque algunos
apuntaron que la elevada abstención debe ser tenida en cuenta y
condicionar su acción de Gobierno.
La ventaja de la candidata
opositora sobre la aspirante oficialista se ha ido ampliando a medida
que va aumentando el número de mesas escrutadas, que a las 18.40 horas
(21.40 GMT) era de 7.464 sobre un total de 41.349.
Junto con estos resultados, el otro protagonista de la jornada de este domingo en Chile
fue la abstención, según se observaba tras el cierre de los colegios
electorales, que durante diez horas estuvieron recibiendo escasas
cantidades de votantes.
Si en la primera vuelta de estos
comicios, celebrada el pasado 17 de noviembre, se veían algunas filas de
votantes frente a las mesas, este domingo el panorama fue muy distinto.
Los 2.012 centros de votación cerraron a las 18.00 hora local (21.00
GMT), tras diez horas de funcionamiento sin que en ningún momento se
observara aglomeración alguna de electores.
El proceso de
constitución de las 41.349 mesas receptoras de votos había comenzado a
las 08.00 hora locales (11.00 GMT), para terminar pasadas las 12.30
horas (15.30 GMT) y al cabo de una jornada calurosa, se pudo constatar
que la mayoría de los 13,5 millones de inscritos en el padrón se
quedaron en sus casas.
La alta abstención llevó a varios
dirigentes políticos a cuestionar la inscripción automática y el voto
voluntario, que se emplearon por tercera vez en la jornada de este
domingo.
El sistema debutó en las municipales de octubre de
2012, con una abstención cercana al 60 %, proporción que bajó a poco más
del 50 % en la primera vuelta del actual proceso electoral, el pasado
17 de noviembre, cuando votaron unos 6,7 millones de electores.
Este domingo, con una lenta y menguada afluencia de votantes, los
analistas estiman que la cifra estará muy por debajo de la primera
vuelta.
En contraste con la lenta y rala presencia de votantes
en los centros de votación, los barrios comerciales de Santiago y otras
ciudades desbordaban de gente haciendo compras navideñas y las playas
de bañistas disfrutando del mar y el sol.
Como causas de la
alta abstención han sido señalados el voto voluntario y la amplia
ventaja que Bachelet obtuvo en la primera ronda (un 47 % frente al 25 %
de Matthei).
Por este motivo, diversas personalidades se
pronunciaron a favor de recuperar el voto obligatorio, entre ellos los
expresidentes Patricio Aylwin y Ricardo Lagos y el secretario general de
la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza.
También defendieron el regreso al voto obligatorio la exdirigente
estudiantil y diputada comunista electa Camila Vallejo y el senador
Ignacio Walker, presidente de la Democracia Cristiana, partido
mayoritario del pacto Nueva Mayoría, que apoya a Bachelet.
Más allá del debate abierto en torno a la abstención, la jornada electoral se desarrolló con tranquilidad.
En uno de los escasos incidentes, cuatro personas fueron detenidas
por la policía tras escupir una de ellas al exministro de Economía Pablo
Longueira, que salía del local tras emitir su voto.
Longueira, de la Unión Demócrata Independiente (UDI), ganó el pasado 30
de junio las primarias de la derecha para elegir su candidato
presidencial, pero debió abandonar la lid a causa de una depresión, lo
que abrió paso a la candidatura de Evelyn Matthei.
Minutos después del incidente de Longueira llegó Evelyn Matthei a votar en el mismo local, en el centro de Santiago.
Tras sufragar y mientras hacía declaraciones a los periodistas, fue
interrumpida por un grupo de personas que se manifestaban contra la
expropiación de unos terrenos para construir una planta cervecera en la
localidad de Paine, al sur de Santiago.
En tanto, en el sector
santiaguino de La Reina, Bachelet subrayó después de votar que la
legitimidad de un triunfo electoral la dan los votos obtenidos,
independiente de la mayor o menos participación de la gente.
"En democracia gana el que tiene más votos. La legitimidad no depende de cuánta gente vaya a votar", subrayó la exmandataria.
El presidente Sebastián Piñera expresó en tanto que la futura
presidenta, "va tener siempre una actitud leal" de su "parte para
colaborar en la construcción del país" que necesitan.
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