Los niños se alimentan con leche materna y respiran por sí solos
Con una mezcla de inocencia, propia de sus 13 años, la adolescente madre de trillizos no se ha detenido a pensar cómo será su vida en lo adelante, y lo que le preocupa es conseguir "ropitas" para sus niños Josué, Ezequiel y Samuel.
Con vestido largo y el pelo recogido en un moño, Carolina Féliz camina despacio acompañada de una enfermera por el amplio pasillo del segundo piso de la maternidad Nuestra Señora de La Altagracia, donde el pasado sábado dio a luz, mediante cesárea, a sus niños que pesan algo más de 3 y 4 libras.
Regresa del banco de leche, donde se ordeñó para dejar el alimento materno que ya toleran sin dificultad sus bebés.
Frente al viejo ascensor que la llevará al piso donde está ingresada, se pasa la mano por debajo del vientre y se queja del dolor post quirúrgico. Habla con timidez y responde con monosílabos a quienes buscan saber sobre sus expectativas como madre precoz y de trillizos.
¿Tienes quién te ayude a cuidar tus hijos? "No", es toda su respuesta.
La joven, que tampoco pide ayuda material, aunque asegura que no tiene nada, no pudo terminar el 7mo grado de básico, por el embarazo fruto de la relación con un hombre de 61 años.
Alguien, al observar que un par de periodistas la entrevistan, le sugiere que pida ayuda a personalidades e instituciones públicas, pero ella sólo repite que necesita ropitas para vestir a sus niños, quizás el subconsciente la trasladaba a los días que jugaba a cambiar sus muñecas.
Tanto ella como sus niños están bien de salud, dijeron los doctores Víctor Calderón, director de la maternidad, y Luis Rivera, jefe del departamento de neonatología, quienes esperan que la joven reciba ayudas económicas.
La adolescente, quien reside en la comunidad Los Corozos, de San José de Ocoa, estuvo ingresada durante dos meses y medio hasta lograr salir airosa del precoz embarazo de 34 semanas.
En una semana, sus bebés podrían ser dados de alta médica.
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