Con sus 5’10” de estatura, la venezolana Gabriela Isler es aún más impactante en persona que en pantalla. Pero no solo eso, la recién coronada Miss Universo despliega gran inteligencia, una característica que seguramente desempeñó un papel importante a la hora de obtener el triunfo.
En visita a El Diario/La Prensa, la nueva soberana de la belleza discutió las crecientes críticas a la organización del Miss Venezuela, así como temas tan controversiales como lacirugía plástica. Entre otras cosas, la reina invitó a quienes critican los triunfos de su país a informarse mejor sobre el estricto
proceso por el que ella y sus compatriotas han atravesado para hacerse con las siete coronas.
-¿Qué les respondes a quienes dicen que Venezuela compra las coronas y que no debería ganar más?
Ojalá se pudiera comprar la corona para evitar pasar por todo lo que nosotras pasamos y evitarnos el sufrimiento, los trasnochos, las clases, y el año de dedicación, pero eso no se puede. Es muy fácil juzgar, pero cuando el triunfo es merecido no tienes nada que decir. Por lo menos, en mi caso y el de las otras venezolanas, lo hemos trabajado, llorado y sudado. Cuando lo ves del otro lado de la moneda tal vez no parezca justo, pero en nuestro país sí sabemos por todo lo que pasamos… y los demás que se busquen a ver cómo es la preparación para que nos den la pelea.
-Osmel Sousa, presidente del Miss Venezuela, ha sido muy criticado y se dice que promueve la belleza plástica. ¿Qué opinión te merece esta afirmación?
Creo que él es un sabio, es un señor que ha tenido éxito por su visión. Tiene la capacidad de ver un diamante en bruto y convertirlo en el más brillante. Respeto mucho su trabajo y creatividad. Yo aprendí muchísimo de él. En mi caso todos me han dicho que he sido muy diferente a las candidatas de los años anteriores porque he demostrado calidad humana.
-¿Qué pautas te dieron en el concurso de Miss Venezuela para convertirte en Miss Universo?
Primero que todo el compromiso que adquirí con mi país…quizás en Brasil es el fútbol, acá es el Super Bowl, pero en Venezuela un concurso de belleza es algo muy importante.
El compromiso me motivó a tomar las clases mucho más en serio. Tuve profesores conmigo de oratoria, de expresión corporal y de actuación, porque hay veces que te sientes mal un día pero tenemos que ofrecer nuestra mejor sonrisa. Recibí clases de cómo peinarme y maquillarme yo sola…también te preparan para tener resistencia. Los últimos días me decían que me tenía que acostar a la 1:00 a.m. y levantar a las 5 a.m.
-Las venezolanas tienen fama de ganar la corona con cirugías plásticas, danos tu posición al respecto…
Yo creo que la naturalidad se la podemos dejar a los niños, porque en el momento que como mujer te tiñes el cabello, te sacas la cejas, te depilas y usas maquillaje, ya dejamos de ser naturales.
Digo que depende porque para poder proyectar seguridad en el escenario te tienes que sentir confiada… si como mujer para ti es necesario acudir a una rinoplastía para caminar con la cabeza en alto, ¿por qué no? Sin embargo, no creo que sea sano cuando se convierte en enfermedad.
-Hay gente que dice que te reconstruyeron…
Yo me río y les digo que busquen esos álbumes de infancia donde teníamos 12 años y nos estábamos desarrollando. Nadie se siente orgulloso de la época en que te salen los primeros granitos y te cambia el cuerpo.
Uno cambia con el tiempo; yo adelgacé, porque hubo una época en que estaba gordita, la cara me cambió y me hice muchos tratamientos estéticos, masajes reductivos, láser, pero no cirugías plásticas… Tengo correctivo en la punta de la oreja pero me dicen que no es cirugía plástica, fue ambulatoria y los dientes solo me los retoqué porque eran pequeños.
-¿Por qué crees que ganaste?
Enamoré al jurado con mi forma de ser. Las chicas en el escenario pueden ser muy bonitas pero si no te trasmiten nada…yo me lo disfruté, les decía a las demás que buscaran un motivo para reír. Siempre fui yo, no tenía posturas.
-Cuando ganaste Miss Venezuela hubo gente que no estaba contenta, ¿te sorprendió el triunfo?
Fue una sorpresa total, yo pensé que me regresaba a mi casa con mi mamá, mi perrito, mi novio y mi familia…Había tantas emociones que mi compañera de España y yo estábamos conmocionadas. Yo la felicité a ella y me doy cuenta de que gané cuando a ella la sacan del escenario, no escuché que habían dicho Venezuela.
-¿Cómo manejas los comentarios negativos?
La belleza está en los ojos de quien la vea, pero no puedes tratar de convencer a todo el mundo. Sí he recibido críticas constructivas y negativas, pero eso te hace más fuerte.
-En la pregunta final del concurso no llegaste a contestar cuál es tu mayor temor, ¿Lo puedes decir?
En ese momento era no meter la pata con la pregunta. Pero como mujer le tengo miedo a las cucarachas, a las alturas…antes le tenía miedo a equivocarme, pero ahora ya no, ya entendí que es necesario equivocarme para aprender. Como estoy haciendo con el inglés, lo hablo Spanglish, pero me tengo que equivocar.
-¿Cómo te va en el amor?
Yo tengo como un letrero en la frente que dice que tengo novio, porque gracias a Dios los hombres han sido muy respetuosos conmigo. Eso me hace sentir mejor porque mi novio me conoce y confía en mí. Antes todo era un cuento de hadas, pero es mucho más difícil llevar una relación cuando se tiene este tipo de compromisos. Llevamos dos años y medio y estamos asumiendo este nuevo reto.
-¿Cómo te conquistó?
Le costó bastante porque antes ni sonreía, él dice que sacarme una sonrisa le costó como tres semanas, pero me conquistó con detalles, con un chocolate, con un mensaje, con palabras bonitas yo soy chapada a la antigua y me gusta que me cortejen.
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