SANTIAGO - Aunque el alcalde de Santiago, Gilberto Serulle, insiste en que su gestión ha limpiado algunas aceras de las calles del Centro Histórico, hay un secuestro de estos espacios comunes en la ciudad impuestos por los comerciantes y que las autoridades evitan enfrentar, por asuntos políticos o por beneficios particulares.
A menos de un kilómetro de la zona intervenida por el Ayuntamiento, el caos es originado por los dueños de almacenes de provisiones y otros negocios que se han erigido como dueños y señores de las aceras, impera el irrespeto a ciudadanos y ciudadanas, mientras las autoridades obvian tocar el tema.
En zonas como el área adyacente del Hospedaje Yaque, Gurabito y otros puntos de la ciudad, los comerciantes imponen su ley y llegan al insulto, cuando un ciudadano o ciudadana reclama el derecho de transitar por las aceras, las cuales en su mayoría lucen copada de todo tipo de mercancía, incluidos productos alimenticios exhiben al descubierto.
Lejos de respetar las aceras para el libre tránsito, los dueños y administradores de los negocios usan estos espacios como privados para cargas, descargas y aparcamiento (paqueos). Algunos han llegado al extremo de colocar, estructuras fijas en las aceras, para el manejo de productos.
En los almacenes también usan los espacios comunes para estacionar sus unidades de distribución incluidas las motocicletas de sus empleados y lo carros utilizados por los clientes en las compras, entre otro objetos que obligan a las personas a caminar en el poco espacio que dejan libre en las vías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario