Un artículo publicado en el portal salud magazine revela que los fumadores tienden a hacer discriminados en distintos círculos sociales y que esto se debe en la mayoría de los casos a que las personas se cuidan de juntarse con “con adictos a la nicotina” por temor a que detone en ellos alguna afección o consecuencia negativa.
El estudio, además refleja que en los últimos años el acto de fumar más que proyectar una imagen de mucha clase y vender al individuo como una persona sofisticada ha disminuido en muchos aspectos su integración en el ambiente social.
Conforme pasa el tiempo el acto de fumar genera a su vez un alto riesgo no solo de salud, sino también de ser excluido de la sociedad, ya que las personas mientras más conciencia sanitaria posea mayor cuidado tendrán de cuidarse de todo aquello que vaya en detrimento a su bienestar.
Los restaurantes, bares, salas de concierto, oficinas, salones de fiesta, edificios públicos y otros lugares de convivencia han prohibido el consumo de tabaco dentro de sus instalaciones fomentando conciencia y adecuando lugares dentro de esos establecimientos dirigidos a los fumadores.
Otra consecuencia de fumar es que en muchas empresas según este la investigación, las solicitudes de los fumadores tienden hacer rechazadas por los costos implícitos que significan sus ausencias por enfermedad, seguros médicos y gastos de mantenimiento en aire acondicionado, pintura, alfombras y cortinas de los inmuebles
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