Microsoft utilizará su conferencia anual para la presentación preliminar del Windows 8.1, una actualización gratuita que promete atender algunas de las quejas en torno a la versión más reciente del sistema operativo de la compañía.
El congreso Build, que arranca el miércoles en San Francisco, le dará a los socios de Microsoft y a otros creadores de tecnología una oportunidad de aprender más acerca del nuevo sistema y probarlo.
A su vez, permitirá a la compañía explicar algunos de los argumentos que llevaron a desarrollar la actualización, así como promocionar entre los creadores las ambiciones de Microsoft para recuperar el terreno perdido ante el iPad de Apple y varios dispositivos que utilizan el software Android de Google.
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