El exalcalde recuerda con emoción su designación como encargado del Distrito Municipal de Licey al Medio y la visita de Leonel Fernández a su residencia
José Enrique Sued Sem, exalcalde de Santiago durante tres períodos -dos de ellos consecutivos-, por el Partido Reformista Social Cristiano, se define como un hombre de fe, agradecido de Dios por todo lo que le ha dado, amante de su familia, pero sobre todo sin cabida en su corazón para rencores. En su vida política lo han marcado muchas cosas, como cuando se le acerca una persona para decirle que logró algo gracias a su ayuda. Pero en este momento lo que más lo ha marcado es “la soledad del poder”, ya que su casa solía estar llena de gente, pero hoy día, muy pocos van a visitarlo. “En mi vida yo no me puedo quejar. A pesar de haber tenido como político y como ser humano altas y bajas, le doy gracias a Dios por haberme dado estos 65 años de edad que tengo, y cuando usted consigue el fortalecimiento de la fe, eso le da pie a vivir muy tranquilo y aceptar todas las cosas negativas que puedan venir de algún lado, y resulta que yo provengo de una familia cristiana, he realizado el cursillo de Cristiandad y el retiro de Emaús, y eso me ha fortalecido y ayudado mucho, por eso no tengo rencor para nadie ni le deseo mal a nadie. Todas las cosas las acepto con resignación, todas las cosas se las dejo a Dios”, expresa el dirigente político, que comparte algunos momentos inolvidables de su vida.
1. Primeros vehículos
Mi niñez fue una niñez común y corriente, como todos los niños, pero el momento más inolvidable para mí fue cuando me regalaron mi primera bicicleta. Yo pude en ese momento salir a pasear, viviendo en Licey al Medio, por los campos de esa comunidad. Otra cosa que recuerdo es cuando mis padres, Salvador José Sued y Bárbara Sem de Sued, dándome una sorpresa, me regalaron a mis 15 años mi primer carro, un Austin 1100, color negro, que en ese vehículo venía al Colegio de la Salle a estudiar todos los días desde Licey.
2. Exilio
Otra de las cosas que yo recuerdo es que el 19 de noviembre del 1961 yo tuve que salir corriendo con mi familia, porque las turbas de ese entonces fueron a Licey al Medio y después de haber destruido las casas de mis tíos Jaime y Luis, salieron a destruir la nuestra y tuvimos que salir de la casa y pasar unos nueve días exiliados en Tamboril donde el doctor Ico Martínez y su esposa Yolanda, unos familiares de mi padre.
3. Muerte inesperada
Los momentos que uno recuerda con más dolor y con tristeza son las muertes de sus padres, pero en el caso mío, la muerte que más me impactó fue la de un sobrino, Tulio Alejandro, quien murió faltándole diez días para cumplir sus 15 años y fue una muerte totalmente inesperada. Me impactó mucho, y a pesar de hacer tanto tiempo, todavía la recuerdo con nostalgia. De eso hace unos 18 años. Él se acostó bien, y cuando su madre lo fue a despertar notó que amaneció muerto. Eso fue muy impactante para la familia.
4. Orgullo dominicano
También me impactó, en mi primer viaje a Puerto Rico, que fue mi primera salida al extranjero en el año 1969, cuando estando allá, y yendo a un restaurante dentro del mismo hotel donde me encontraba hospedado, oí un merengue. Recuerdo que me engranujé de pies a cabeza. Eso para mí fue como si hubiera oído las notas del Himno Nacional dominicano.
5. De lo municipal a provincial
Recuerdo con mucha alegría y satisfacción el día que la Sala Capitular de Santiago, en el año 1972, me designó como encargado del Distrito Municipal de Licey al Medio, entonces empecé a trabajar en la vida municipal. Más adelante, me marcó naturalmente, mi primer triunfo como alcalde de la ciudad de Santiago en 1994, ya que trabajé con mucho entusiasmo y pensé que podía hacer un buen trabajo, como traté de hacerlo, con mucho esmero por la ciudad. Pero dentro de esa alegría, dentro de esa satisfacción también hubo una parte de dolor e insatisfacción, que fue que mi madre se encontraba en cama de muerte y no pudo asistir a la toma de posesión.
6. Líos estudiantiles
Yo estudié la primaria en el Instituto Iberia y la secundaria en el Colegio de la Salle, pero tuve que irme en los años 66 al Liceo Ulises Francisco Espaillat a hacer el cuarto de bachillerato, y eso me impactó mucho, porque en los colegios no se conocían lo que eran las movilizaciones, y estando en el liceo, que era el primer año del gobierno de Balaguer, y se vigilaba mucho a los estudiantes, siempre iba la policía, se tiraba piedras y bombas, entonces eso me impactó mucho como joven y como estudiante, porque no conocía esos líos estudiantiles.
7. Contra Balaguer
En el año 1994 yo me enteré que el doctor Joaquín Balaguer, presidente del Partido Reformista, no deseaba que yo fuera el candidato a síndico por Santiago, deseaba que fuera mi amigo entrañable Mauricio Estrella, quien me lo manifestó antes de las elecciones, y le dije: voy a la capital a pelear mi candidatura, porque si tú no me ganas en unas primarias libres y soberanas, yo no voy a apoyarte a ti ni a ningún otro candidato del partido. Fui y conversé con el presidente Balaguer, peleé mí posición, le expliqué por qué entendía que debía ser yo, y que le aseguraba el triunfo al partido en Santiago. A él no le gustó esa posición, pero al fin de cuenta la aceptó y gracias a Dios gané las elecciones, pero esa fue una posición muy difícil para mí, porque enfrentar, aunque con muchas razones válidas, como líder, al presidente Joaquín Balaguer, no fue fácil.
8. Visita de Leonel
Políticamente me ha marcado también la visita el pasado año del expresidente Leonel Fernández a mi casa, porque con todos los defectos que pueda tener y que dicen sus adversarios que tiene, para mí es un hombre extraordinario y una persona que le ha servido mucho al país, y sobre todo en el exterior; y digo en el exterior porque recientemente di un viaje, y me di cuenta de lo importante que es para un país que un presidente dé a conocer el país que gobierna. Porque muchas personas conocen a la República Dominicana gracias a la labor de Fernández, porque de lo contrario, todo el mundo cree que este país es Punta Cana o La Romana.
9. Bodas de oro de mis padres
Nosotros siempre hemos sido una familia muy unida y como hermanos nos hemos llevado muy bien, -mi madre nos pidió momentos antes de morir que siguiéramos así-, y por eso siempre tuvimos la esperanza de poder celebrar los 50 años matrimoniales de mis padres, y unos meses antes mi papá se vio al borde de la muerte, sin embargo tuvimos la gran satisfacción, y le damos gracias a Dios todavía, que él mejoró de una forma tal que pudimos celebrar con bombos y platillos las bodas de oro de nuestros padres, o sea que ese es un momento inolvidable para la familia.
10. Satisfacción
Yo entregué varias casas a personas de escasos recursos económicos, y la satisfacción que yo veía en esas personas era muy grande, y la satisfacción que siento en la calle, y ahora más que no estoy en el cargo, es mucho más grande cuando oigo que me dicen: yo le agradezco tal cosa que usted hizo por mí, y otros jóvenes que me dicen: José Enrique yo soy profesional gracias a la beca que usted me dio cuando era síndico, eso me llena de alegría y satisfacción, porque es lo importante en la vida, hacer bien sin ver a quién. En eso yo salí a mi madre, era una mujer que todo lo daba y que se desvivía y sufría el dolor ajeno de las personas que ella tenía en su entorno.
El antes y el después del poder
“Hay muchas cosas negativas que marcan a uno. Por ejemplo, lo que más me ha marcado es la soledad del poder. Esta era una casa que vivía llena de amigos, de personas de todos los estratos sociales, y ya son muy pocos los que vienen. En las navidades solía estar la casa llena de regalos, canastas, y solo una canasta ha llegado en los últimos dos años, y voy a cometer la indiscreción de decir de quién es, el señor Micki Lama Mitre, que ha demostrado con esa acción de recordarse y enviarme esa canasta, la cual no necesito, pero agradezco, el sentimiento de amistad y sinceridad. Esa es la vida, tenemos que aceptar como político esos vaivenes de la vida. Por ejemplo, las cosas negativas que han querido endilgarme y que no han podido ser comprobadas ninguna. Se está comprobando que la están haciendo otros”.
Afirmación
Para mí lo más importante es tener salud y estar bendecido por el Señor, y yo gracias a Dios estoy bendecido por el Señor.
Visita
Me marcó la visita del expresidente Leonel Fernández a mi casa, porque con todos los defectos que pueda tener, para mí es un hombre extraordinario.
Desprendimiento
Tenía una propiedad en Constanza, que tuve que venderla por situaciones muy personales y para mí eso era parte de mi vida”.
Orgullo
Recuerdo el día que la Sala Capitular de Santiago, en 1972, me designó como encargado del Distrito Municipal de Licey al Medio”.
Hermanos
Somos siete hermanos de padre y madre, más una media hermana. Yo era el más pequeño y deseaba tener otro hermanito, pero no fue así”.
Como político
Tenemos que aceptar los vaivenes de la vida y las cosas negativas que han querido endilgarme y que no han podido ser comprobadas ninguna”.
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