Nueva York. Los neoyorquinos enfrentaron ayer la llegada de la primera gran tormenta de nieve del año, “Nemo”, que algunas previsiones estimaban que podría ser la mayor en los últimos cien años.“Ha empezado a llover en la ciudad y esperamos caigan entre diez y catorce pulgadas de nieve (de 25 a 35 centímetros) a partir de las 3 de la tarde aunque todo podría cambiar en las próximas horas, tenemos que estar preparados para lo peor”, afirmó el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
El gobernador, Andrew Cuomo, decretó el estado de emergencia y anunció la cancelación de todos los vuelos de entrada y salida en Nueva York.
“Nemo” llega tres meses después del devastador paso del huracán “Sandy” por la costa este de Estados Unidos, que dejó más de un centenar de muertos y daños por decenas de miles de millones de dólares, y de la que todavía no se han recuperado muchos vecinos de las zonas costeras de la ciudad.
“No podemos tomarnos a la ligera a la madre naturaleza. Con suerte no será muy drástico y todo indica que no será nada comparado con ‘Sandy’, pero eso no significa que haya que dejar de tomar precauciones”, dijo el alcalde, quien no espera que en esta ocasión haya que evacuar las zonas costeras de la ciudad.
Las autoridades tanto locales como estatales recomendaron a los neoyorquinos que evitaran salir a las carreteras con sus propios vehículos.
La Autoridad Metropolitana de Transporte, responsable de la extensa red de autobuses, metro y trenes de cercanías que comunica Nueva York y su zona metropolitana, advirtieron de posibles interrupciones.
Centenares de accidentes de tránsito
La gigantesca tormenta de nieve que está causando fuertes nevadas en el sureste de Canadá y parte de Estados Unidos causó al menos tres muertos en Ontario, dos de ellos a consecuencia de accidentes de tráfico. La tormenta tiene un diámetro de casi 1,800 kilómetros. Obligó a cancelar 800 vuelos en Toronto y provocó centenares de accidentes de tránsito.
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