Un niño ruso de solo 6 años de edad de una ciudad siberiana ha sorprendido a sus vecinos al demostrar sus habilidades con un camión Kamaz. Desde muy pequeño sabe qué es un acelerador, el embrague, el freno, y además sabe cuántos giros hay que darle al volante para poder aparcar.
Gracias a su padre, instructor, que trabaja en una autoescuela local, Yegor Perevérzev ya sabe conducir un camión y sorprende con su talento a todos en su alrededor.
“Primero hay que pisar el embrague, poner la marcha, luego pisar el acelerador ........ para ver video dale cklic seguir leyendo
y poco a poco levantar el embrague”, dice el pequeño conductor.
y poco a poco levantar el embrague”, dice el pequeño conductor.
Su primer juguete fue el volante de un coche viejo. Por primera vez probó a conducir bajo la supervisión de su padre y poco a poco le empezó a salir bien. Ahora el pequeño sabe realizar maniobras propias de profesionales. Su padre, Anatoly Perevérzev está orgulloso del éxito de su hijo y recuerda que le empezaron a atraer los coches mientras que apenas aprendió a caminar.
Yegor se vio obligado a pasar mucho tiempo desde muy pequeño en el trabajo de su padre, ya que su mamá murió cuando él ni siquiera tenía 6 meses. La autoescuela se ha convertido prácticamente en el colegio de este niño. Yegor ya aprende a leer con un manual de las reglas de tráfico y adquiere otros conocimientos muy útiles.
“Si giras a la derecha, enciendes el intermitente derecho, si giras a la izquierda, el izquierdo”, explica el chico.
Según las reglas de tráfico, el pequeño conductor tendrá que esperar más de 10 años hasta poder salir a la carretera. Mientras, Yegor explora el arte de conducir vigilado por los profesionales del autódromo, donde ya se ha convertido en toda una estrella. Los profesores admiten que los alumnos mayores tienen más experiencia, pero aseguran que muchos de ellos no tienen tanta pasión por conducir como la que tiene este chico.
Sin embargo, hay gente que no comparte las emociones por el éxito del niño. La Policía de la ciudad ya conoce este caso y amenaza a Anatoly Perevérzev con ponerle una multa. Pese a estas molestias, el pequeño Yegor no se desanima y sueña con parecerse a su padre y convertirse algún día en un conductor profesional. Y quien sabe, quizá en un campeón al volante de un Kamaz.
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