El fugu o pez globo es un delicioso -pero potencialmente mortal- plato clásico de la culinaria japonesa. Ahí los chefs intentan dejar una minúscula cantidad de su veneno (para el cual no hay antídoto) y así lograr una sensación de picazón en la lengua.
El ackee es una agradable fruta que crece en Jamaica. Sin embargo si se consume verde, los niveles de glucosa bajan rápidamente y puede causar ataques violentos de vómito y la muerte.
En Namibia, la rana toro es considerada una delicatessen, pero debe ser
consumida antes que el animal empiece a croar y reproducirse. De lo contrario, uno se arriesga a sufrir fallas hepáticas.
Increíblemente, los duraznos integran esta lista. Claro que solo hablamos de su semilla, que contiene glicósidos que al consumirse liberan hidrógeno de cianuro. Afortunadamente, solo es mortal si te das un atracón.
Las almejas sangrientas son una especialidad en China, pero al comerse casi crudas al estilo Shanghai, también son las responsables de cientos de casos hepatitis A y E, tifoidea y disentería.
El ruibarbo es delicioso en pasteles y compotas, sin embargo uno solo debe comer los tallos tiernos, pues las hojas contienen niveles altos de oxalatos, que producen fallas a los riñones.
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