“No quiero que los maten, sino que apresen a los matadores de mi hijo”. La expresión resume el dolor de la madre de Jorge Luis López, ultimado por varios asaltantes.López Ortega era cabo de la Policía y para darle mejor calidad de vida a su familia tenía un taller de fabricación de reductores y cargadores de baterías. La tarde del pasado sábado, varios hombres motorizados se presentaron a su negocio y lo mataron para quitarle las ganancias del día.
“Yo los crié con tanta lucha. Yo trabajé mucho para que mis hijos fueran buenos”, decía María de la Nieve Ortega Corniel, madre y abuela de dos nuevas víctimas de una delincuencia que se torna invencible por los organismos de seguridad del Estado.
Los hombres que se presentaron al negocio del cabo muerto a balazos, situado en la calle principal del sector Sabana Perdida, donde vivía con su familia, también hirieron a tiros a Adonis López, otro hijo de 18 años del agente fallecido.
Adonis fue ingresado en el hospital Ney Arias Lora, donde falleció su hermano. Su madre de crianza y esposa de Jorge Luis, asegura que el joven ya está fuera de peligro.
Esta familia vive a unos cinco minutos del lugar donde cayó abatido su principal sostén y el hijo que, de acuerdo a versiones de parientes y vecinos, estaba más involucrado con los asuntos de su padre.
“El me decía, tía, yo voy a estudiar en la universidad, porque quiero ser grande”, comentó Ivelisse Claudio, en alusión a Mariano. Esta mujer es esposa de Damián López, hermano del cabo muerto. Damián es sargento de la Policía y en la mañana de ayer estaba al frente de los trámites legales para recibir los cadáveres de su hermano y sobrino en Patología Forense.
“Solo sabemos que fue un atraco”, alcanzó a decir Damián, con voz entrecortada. En Sabana Perdida lloran a los caídos con dolor e impotencia inocultables. La gente no se explica cómo es posible que un hombre de trabajo y un adolescente de 16 que aspiraba a su superación personal hayan sido asesinados a sangre fría.
Investigación
La investigación de estas muertes está a cargo de oficiales de la Dirección Central de Investigaciones Criminales. El ataque sangriento se produjo a las 5:00 de la tarde, en la avenida Los Restauradores número 13 de ese sector. La Policía persigue a dos sujetos que se transportaban en una motocicleta AX-100.
Una madre aturdida y 4 criaturas desconcertadas
El cabo López tenía siete hijos, tres de ellos de su primer matrimonio. Los cuatro hijos de su segundo matrimonio son pequeños. El más grande no llega a los 10. En su humilde morada y algunos sin saber qué pasaba, estaban todos en los brazos y pierna de una madre y esposa aturdida por el impacto de una noticia demoledora. “Ay, ¿y por qué lo mataron?”, expresaba, mientras uno de los niños la consolaba pasando su frágil mano por la cabeza de su mami.
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