WASHINGTON, EE.UU.- Dos personas podrían haber sido curadas del VIH después de un trasplante de médula ósea para tratar un cáncer, según un estudio difundido este jueves en la XIX Conferencia Internacional sobre el Sida en Washington.
El estudio, liderado por el doctor Daniel Kuritzkes del Hospital de Mujeres de Brigham en Boston (Massachusetts), analizó la evolución de dos pacientes infectados de VIH que se sometieron a un trasplante de médula ósea tras detectarles un cáncer.
Los dos hombres, infectados durante años, se habían sometido a la terapia antirretroviral que suprimió por completo la reproducción del VIH, aunque
tenían el virus latente antes del trasplante, según el estudio.
Ambos recibieron una forma más leve de la quimioterapia antes del trasplante, lo que les permitió permanecer en sus medicamentos para el VIH durante todo el proceso del trasplante.
Según el estudio, los médicos detectaron el VIH inmediatamente después de trasplante pero, con el tiempo, las células trasplantadas del donante sustituyeron a los propios linfocitos de los pacientes, y la cantidad de VIH en el ADN de sus cédulas disminuyó hasta el punto que se hizo indetectable.
Un paciente ha recibido seguimiento por casi dos años después de su trasplante y el otro durante tres años y medio, y “no hay rastro del virus”, informó la organización en un comunicado.
El caso recuerda al de Thimothy Brown, conocido como “el paciente de Berlín”, que dejó de tomar los antirretrovirales para someterse a un complicado tratamiento con células de un donante para combatir una leucemia mieloidea. Posteriormente, su organismo no dio nuevos signos de VIH.
No obstante, los expertos señalan que a diferencia de Brown, que recibió células madre del tipo denominado CD4, que no poseen el receptor CCR5 -necesario para que el virus se propague por el organismo-, los dos pacientes en el estudio recibieron células comunes.
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