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NUEVA YORK._ Cientos de niños y niñas dominicanos, serían drásticamente afectados de ejecutarse el cierre de tres guarderías en el Alto Manhattan, vecindario con mayor población criolla en el mundo. Las clausuras de esos centros infantiles están contempladas en los recortes presupuestarios del alcalde Michael Bloomberg, quien ha hecho caso omiso a las protestas y llamados para que revierta la decisión. Las guarderías en lista son el Centro de Cuidado Diurno Washington Heights de la calle 175, entre avenidas
Saint Nicholas y Wadsworth, Quo Vadis Daycare y La Familia Daycare, todos ubicados en el mismo sector.
Los centros serían forzados a cerrar sus puertas a partir del primero de septiembre, cuando entren en vigencia los recortes asentados en el nuevo presupuesto municipal. El alcalde ha alegado que el hacha que ha dejado caer sobre esos servicios es “necesaria” debido a que debe cerrar la brecha deficitaria en las finanzas de la ciudad.
Los activistas que se oponen a los cierres, dicen que los mismos producirán un daño estructural, sicológico y permanente en las vidas y el futuro de los niños.
Las guarderías, además de mantener a los menores en sus centros mientras los padres trabajan, les proveen clases, cuidados especiales, les garantizan comidas, juegos y un tratamiento familiar para que los niños y niñas se sientan como en sus casas.
Pero también, los recortes mandarán a las calles a docenas de empleados, especializados en esos cuidados.
El Centro de Cuidado Diurno Washington Heights lleva 41 años sirviendo a la comunidad y el año pasado, se realizaron varias manifestaciones frente al local donde opera, en las que los menores participaron, implorando a la alcaldía y al Consejo Municipal no cerrarlo.
Sus lloros no fueron escuchados.
Entre los daños colaterales están los de que muchos padres, tendrían que dejar sus trabajos actuales para dedicarse a cuidar ellos mismos a sus hijos.
Gina Trifolio dijo que sería una de las afectadas. “Tendría que dejar el trabajo que tengo ahora para dedicarme a cuidar a mis hijos”, dijo la dominicana, madre de Vincenzo y Valentino Trifolio de 7 y 3 años de edad respectivamente.
Con lo que gana, ella no puede pagar una niñera particular, porque tendría que destinar su sueldo semanal completo a ello. Destacó la calidad de servicio en el cuidado y educación a los niños que se ofrece en el centro.
Lena Sheahy, una madre anglófona cuya hija Arianna de 4 años de edad lleva dos años en la guardería expresó que su hija entrará a la escuela elemental antes del primero de septiembre y si cierra la guardería, tendría que pagar una niñera privada.
Carmen Touma, una de las maestras del centro dijo sentirse bien deprimida, porque lleva 27 años laborando en la guardería, “pero a ellos (los concejales) no les importa”.
Faltándole sólo tres años para su retiro, Touma está a punto de perder el empleo, lo que la deprime. “Trabajamos con una comunidad bien pobre donde hay niños y padres que necesitan este servicio y se les está negando. Estoy muy decepcionada con el sistema”, añadió la maestra.
La directora de la guardería, Nereida Hill con ojos llorosos dijo que el “código postal 10033 se borró”, en referencia al área donde se ubica el centro.
Aclaró que si bien los recortes en educación del alcalde se han centrado en programas para después de la escuela, esos tres centros sufrirán las consecuencias de ser cerrados.
Las mujeres hablaron al semanario bilingüe Manhattan Times que en su edición de esta semana, publica un amplio reportaje acerca de la situación.
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