En la mañana de ayer todavía se sentía el olor a petróleo en el lugar donde ocurrió el vuelco de un camión tanquero cargado de AC-30.El accidente se produjo en la tarde del martes cuando el camión propiedad de la compañía Fangena con destino a Hato Mayor, iba a incorporarse al puente y el conductor, que resultó ileso, perdió al control al caer en un hoyo.
Grandes charcos del carburante se hallaban dispersos en la deteriorada calle y las cunetas lindantes al puente Duarte. Varias balsas de arena fueron colocadas para impedir que el combustible se virtieran a la ría Ozama.
En momentos en que reporteros de este medio se hallaban en la cabeza del puente, las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente arribaron a supervisar la zona e instaron a la empresa Fangena a aplicar el plan de contingencia correspondiente a la mayor brevedad posible. “Ya lo que quedan son las actividades de remediación y la mitigación del impacto del derrame, que consiste en recoger el material contaminante y evitar que caiga en el afluente”, dijo Patricio Cuevas, técnico de protección ambiental del área de emergencias ambientales del Ministerio.
Posibles sanciones
Cuevas indicó que en caso de que se produzcan impactos al ambiente por la tardanza de la empresa en recoger el material se expone a sanciones cuyo valor se calculará en base a la magnitud de los daños. Al pasar por el lugar, el taxista Enrique Noboa se quejó del mal estado de la vía que, dijo, ha ocasionado numerosos accidentes. “Eso está mal hecho, ahí se han volcado varios camiones y no arreglan esto. Eso ahí hay que prepararlo no se cual es la altura de estos jerarcas que no hacen nada para resolver esta situación”. El accidente trajo como consecuencia un gran congestionamiento del tránsito y daños en varios vehículos, cuyos neumáticos fueron calcinados con el carburante derramado.
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