Llegó a esta residencia solo con
una mochila y sin documentación. Pocos
años después fue necesario certificar su identidad. Así que le pidieron a
un juez que determinara la fecha de su nacimiento. Y sí, como se ve en
su carnet, ahora tendría 126 años. Sería el hombre vivo más anciano del
mundo. Hijo de esclavos africanos, este brasileño llegó a Sao Paulo en
1973. El interés por la autenticidad de su edad surgió a raíz de la
muerte del último hombre más anciano, un japonés que falleció el año
pasado tras cumplir los 116. Ahora la institución intenta conseguir
archivos que puedan acreditar su edad. Fuma a diario un paquete de
cigarrillos, y según estos voluntarios, está lúcido y realiza por sí
mismo casi todas las actividades. Si se confirma su edad, podría
tratarse casi de un milagro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario