“Yo no quisiera que esos delincuentes le hagan algo similar a otra gente, yo tampoco soy una gente de ojo por ojo, no es un asunto de vamos a salir a matarlos, pero él (su agresor) no lo pensó, yo ni siquiera tuve tiempo”, con estas palabras la joven ingeniera Francina Hungría clama por justicia.
Con una valentía envidiable, dijo que todo ocurrió en cuestión de segundos, y
que espera que con su caso se haga justicia para que los responsables no le hagan daño a otra.
Explica que no vio el alma cuando su agresor, de forma cobarde, le pidió detener el vehículo en el que se desplazaba. “Como es una persona que me está diciendo detén el vehículo, un extraño yo simplemente aceleré y en ese momento él sacó el arma y me disparó sin pensarlo”.
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