Por José Domingo Batista
Nueva York.- Miles de hispanos de todas las nacionalidades hicieron largas filas para dar el último adiós a cinco de los siete miembros de una familia originaria de Loma de Cabrera, en la República Dominicana, que murieron en un accidente automovilístico el pasado domingo en el condado del Bronx.
La multitud comenzó a llegar al lugar pasado el medio día, para esperar que abrieran la puerta de la funeraria “Parkchester Funeral Home (Rivera)”, en la avenida Westchester del condado de la Salsa como se le conoce al Bronx.
Familiares y amigos de los fallecidos fueron escoltados por la policía hasta la entrada del edificio que
aloja la funeraria.
Mientras que una amplia representación de los medios de radio, televisión y periódicos impresos se apostaron frente a la funeraria para cubrir y desde allí hacer sus noticieros de la tarde.
En representación del gobierno dominicano, y el cónsul General de la Republica Dominicana en esta ciudad, estuvo Román Jaques y los vicecónsules Cecilia Báez, Tamayo Tejeda, e Isabel Padilla.
Isabel Padilla dio a conocer a los periodistas que se encontraban en el lugar el mensaje enviado por el cónsul Máximo Corcino.
-“Al enterarse del fatal accidente, el Presidente Leonel Fernández instruyó al Canciller, ingeniero Carlos Morales Troncoso, para que, a través del Consulado de Nueva York, los parientes de los fenecidos recibieran la asistencia necesaria por parte del Gobierno Dominicano, por lo que esta delegación del consulado ha venido a darle el apoyo espiritual a los familiares de los fallecido”, expresó la vicecónsul Padilla.
Ignacio Núñez, unos de los hijos del fallecido Jacobo Núñez, dijo que la familia ha sufrido un duro golpe con la partida de siete de sus miembros.
El vehículo en que viajaban tres generaciones de la familia Núñez, era conducido por Maritza Núñez, que hace 30 años llegó a los Estados Unidos y quién había traído a los demás.
Por la funeraria desfilaron importantes figura de la ciudad de Nueva York, entre ellos el senador estatal de origen dominicano Adriano Espaillat, quien visitó la funeraria a dar el pésame a los familiares.
También estuvieron en la funeraria el reverendo y senador del estado de Nueva York, el puertorriqueño Rubén Díaz, así como su hijo Rubén Díaz Jr. Presidente del condado del Bronx.
Estudiantes y maestros de la escuela donde estudiaban los niños que murieron en el accidente, hicieron largas filas para llevar flores a los ataúdes de sus compañeros de clase.
A los miembros de la prensa que se encontraban cubriendo los pormenores del velatorio de las victimas no les fue posible penetrar al interior de la funeraria, obedeciendo a reglas de la ciudad.
Este reportero pregunto a dos dominicanos que se encontraban en la fila la razones que lo motivaron a ir a ver los ataúdes que contenían los cuerpos y esto fue lo que nos respondieron.
Le preguntamos al señor Domingo Cuevas, si tenia algún vinculo con los fallecido en el accidente y nos contesto que un hecho como de esa naturaleza es muy penoso y mucho mas tratándose de una familia dominicana.
Otra persona preguntada fue el señor Darío Cruz quien dijo sentirse muy apenado por la suerte que corrió la familia Núñez, y que desde que se enteró que los cuerpos iban a ser expuesto en la funeraria trató de salir temprano de su trabajo para ir a la funeraria.
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